"Ni de Aquí, Ni de Allá'' es un dicho mexicano que escuché en una película en mi infancia, en donde el personaje principal emigra a Estados Unidos y se encuentra en un conflicto al intentar adoptar nuevas costumbres sin perder sus propias tradiciones y cultura. Esto crea una pérdida de identidad en donde se siente "Ni de aquí, ni de allá", la cuál finalmente comprende y reconoce con orgullo. Esta frase se me quedó grabada, ya que por varios años reflejó el sentimiento que surge al crecer en una ciudad fronteriza,cómo lo es la ciudad de Tijuana, en donde estuve expuesta a la cultura de San Diego California. Yo no entendía porqué, en mis visitas a la casa de mi abuela en México, salía fruta al romper una piñata, y no Kit Kats. Para mí, el fútbol era el americano con cascos y mi equipo eran los Cargadores de San Diego . Yo comía pan de muertos mientras clasificaba mis dulces de Halloween. De cierta manera, me sentía diferenteal resto de la familia, rara, y me tomó tiempo reconocer estos sentimientos de tradiciones diversas como algo positivo, algo que ahora se conoce como ser "bicultural". El biculturismo es una hermosa mezcla de dos culturas, tradiciones, idiomas,creencias y celebraciones. No es la carencia ni la falta dé, como en algún momento lo llegue a sentir. Cambiar mi mentalidad de estar perdida entre identidades a ser una identidad bicultural me tomó varios años. Y no estaba sola.
En el 2010, 9 millones de personas en Estados Unidos se identificaron como biculturales. De acuerdo al censo de EE.UU. del 2020, ahora son alrededor de 33.8 millones de personas las que se identifican como biculturales. ¿Te imaginas la cantidad de estudiantes que se sienten “Ni de aquí,ni de allá”? ¿Cuántos estudiantes están perdidos en el reconocimiento de su identidad cultural cuando, en realidad, es una mezcla y no una falta de ella?
De acuerdo al censo de EE.UU. del 2020, ahora son alrededor de 33.8 millones de personas las que se identifican como biculturales. ¿Te imaginas la cantidad de estudiantes que se sienten “Ni de aquí,ni de allá” perdidos en su reconocimiento de identidad?
En 1968, Estados Unidos destacó la historia y las contribuciones de los hispanoamericanos que dieron forma al país al establecer la Semana de la Herencia Hispana; en 1988, el presidente Ronald Reagan la extendió a una celebración que perdura todo el mes.
Como educadores, tenemos la oportunidad de ayudar a nuestros estudiantes a ver su patrimonio como un activo, algo positivo. Nuestra herencia es un puente hacia las virtudes intangibles que heredamos y es nuestra responsabilidad seguir uniendo a las futuras generaciones en nuestras aulas. El Mes de la Herencia Hispana apoya a la comunidad preservando las tradiciones y el sentido de pertenencia con orgullo al compartir historias, tradiciones, pedagogía a través de la comida,películas, literatura y más. Como educadores, tenemos el poder de continuar celebrando la identidad de nuestros estudiantes incorporando intencionalmente lecciones que resaltan las contribuciones de la comunidad hispana en diversos géneros, como en puestos de liderazgo, formulación de leyes y políticas, deportes y las artes, por nombrar algunos. Los beneficios de hacerlo van mucho más allá. Genera empatía, crece y fortalece el autoestima, promueve la integración sociocultural y aumenta el rendimiento académico.Incorporar celebraciones culturales minimiza el sentimiento de “ni de aquí ni de allá” y aumenta un sentido de pertenencia de AQUÍ y de ALLÁ.
Dado que el número de personas dentro de una entidad bicultural crece rápidamente, existe una población significativa de estudiantes que pueden sentirse perdidos en el reconocimiento de su propia identidad cultural. Muchos de ellos se sienten atrapados entre dos culturas y experimentan una sensación de no pertenecer plenamente. Es esencial reconocer que ser bicultural es una hermosa mezcla de tradiciones,creencias, idiomas y celebraciones.
El Mes de la Herencia Hispana brinda una valiosa oportunidad para cerrar la brecha y fomentar un sentido de pertenencia y orgullo entre estos estudiantes. Al incorporar intencionalmente lecciones que resaltan las contribuciones de la comunidad hispana, los maestros pueden celebrar y destacar la diversidad cultural de nuestros estudiantes y compañeros ayudando a que cada estudiante, independientemente de su origen, sienta que realmente pertenece.